Tras la primera paz de 1949, la posición de Israel parecía fortísima y la de sus vecinos árabes, muy débil; y así era en realidad, pues los años 50 y primeros 60 fueron una década de tremendas convulsiones en el mundo árabe, con revoluciones en Egipto, Siria, Irak (que buscarían federarse sin éxito en una República Árabe Unida) y Jordania: las tres primeras de carácter socialista-laico y nacionalista.
El conflicto palestino y la Guerra Fría eran el trasfondo de estos movimientos. A pesar de la derrota, el Movimiento Panárabe, desde 1954 encabezado por el Egipto de Nasser seguía teniendo como uno de sus principales objetivos la destrucción del Estado de Israel, ni más ni menos. Los refugiados palestinos…se consideraban un problema menor. Algo más grande estaba en juego.
Así en 1956 Egipto nacionalizó el Canal de Suez para afirmar su independencia… en el tablero internacional británicos y franceses respondieron para ser contenidos por EEUU primero y luego por la URSS, los dos grandes. Pero de nuevo estalló la Guerra en la región. Israel, sintiéndose amenazada y cada vez más parecida a una moderna Esparta (servicio militar y civil obligatorio para hombres Y mujeres) atacó a Egipto por Gaza y más al Sur por la península del Sinaí, conquistando con facilidad estas dos zonas, aunque las devolvió al firmarse una rápida paz. Las fronteras siguieron como antes, Israel siguió creciendo (2,4 millones de israelíes en 1964) y el movimiento propiamente palestino también, aunque repartido entre diversos países como comenté.
Pero la nueva derrota llevó a las revoluciones citadas más arriba; todas triunfaron excepto la de Jordania, donde la monarquía de los hachemíes se mantuvo jugando inteligentemente al panarabismo y a llevarse bien con Occidente, al mismo tiempo. En 1963 Israel seguía rodeado de potencias árabes hostiles; a Egipto y Siria se unía ahora el nuevo Irak. Otros países musulmanes intentaban mediar, como Túnez en 1965 (sin éxito), o se mantenían al margen del conflicto bajo la prosperidad del petróleo, los petro-dólares y los petro-jeques: Arabia Saudí, Kuwait y demás familia. Seguir leyendo ‘LA GUERRA DE LOS SESENTA AÑOS… Y LO QUE QUEDA (Y 3)’
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