Llegamos a la segunda semana de Roland Garros, empieza la recta final del 2º torneo del Grand Slam de la temporada, ElDorado de la tierra batida. Nuestros gurús, Harry y Nacho, no han podido hacerse cargo de la cita aunque seguro que les hubiera gustado, así que me arriesgo a meterme a bombero de urgencia pese a que pueda salir achicharrado.
La noticia más destacada ya la conocemos todos, la derrota por primera vez de Rafa Nadal en Roland Garros. No sólo es una conmoción por la caída del 4 veces campeón sino por el rival que lo logró; el sueco Robin Soderling, jugador de pistas rápidas y sin aparente caché para ser rival de Rafa en tierra pero Soderling se marcó el partido de su vida en el polvo de ladrillo y le hizo morder el idem a un Nadal que no estaba desarrollando su mejor juego pese a no ceder un set en los 3 partidos antes, los síntomas de Madrid no fueron solo por la altitud. ¿Cansancio físico? ¿mental tal vez? ¿o un accidente quizás? Tampoco es para rasgarse las vestiduras aunque le cause una gran pérdida de puntos al número 1 de la ATP, si alguien se ha ganado el derecho a tener un tropiezo ese es Nadal por todo lo que ha conseguido pero seguro que estará con su tío Toni analizando el porqué de este descenso de rendimiento y con tiempo de sobra para preparar por primera vez la temporada de hierba. Lo chocante, que no sorprendente, es el trato que dispensa el público parisino a uno de los grandes campeones del torneo, Rafa cuenta en cada partido con el público en contra cuando en cualquier otra parte come en su mano. Sólo se entiende por la animadversión clásica que muestran contra los tenistas españoles, máxime contra alguien al que han visto levantar la Copa de los Mosqueteros 4 veces seguidas, porque con otros insistentes campeones como Kuerten se les caía la baba, incluso con Federer que nunca ha vencido en París pero que merece cualquier elogio como el jugador más grande visto en una pista. Este comportamiento lleva a cosas como elevar a ídolo a un jugador tan antipático, y en ocasiones maleducado, como Soderling.
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ACABAN DE ESCRIBIR