En estos tres meses de competición no se escapa a nadie el férreo dominio que está imponiendo el Real Madrid en el baloncesto continental. Sólo dos derrotas en 29 partidos oficiales y ambas en partidos que tenía prácticamente ganados, una cifra apabullante que, curiosamente, sólo da una idea sobre la superioridad que ha exhibido en la cancha en muchos de estos encuentros, convirtiendo en peleles a rivales que figuran entre los primeros clasificados de la Euroliga y llevando las dudas a su eterno rival de Barcelona, que empieza a entrar en dificultades con algunos tropiezos fuera de pronóstico. Con una plantilla casi idéntica a la de la temporada anterior, el fichaje de Campazzo ha resultado la pieza maestra que ha encajado todo el puzzle y convierte al campeón de Europa en una apisonadora que recuerda al equipo cautivador de los primeros años de Pablo Laso en el banquillo. Las castañas se juegan a partir de abril y hasta entonces los récords y exhibiciones no se traducen en títulos, pero el Madrid va recorriendo el mejor camino para llegar a otra temporada de éxito. Sólo el tiempo lo dirá.
Bilbao Basket 68 – Breogán 76: Volvía a caer Breogán en Miribilla en todos los defectos y carencias que le han situado en la parte baja de la clasificación, alejado de la suficiencia ofensiva de las dos temporadas anteriores. Le costaba horrores anotar en estático, mientras que Bilbao Basket abría brecha con triples bien seleccionados y el dominio en el rebote de Rabaseda en los primeros minutos. Incluso Tsalmpouris, un pívot con alergia a la zona y que vive en la línea de tres, era capaz de pisar la pintura con asiduidad y dominar el juego interior. No hablaba nada bien de los pívots del equipo lucense, que se estaba deshilachando con demasiada rapidez (22-11, min 9), pero reaccionó en el segundo cuarto en cuanto cargó con más acierto el rebote ofensivo y empezó a anotar de tres. Dos buenos argumentos para meterse de lleno en el partido (28-27, min 16), aunque seis puntos consecutivos de Adam Smith (14 puntos, 7 asistencias) permitieron a Bilbao Basket acabar con ventaja la primera mitad. No se le podía conceder ni un metro a un anotador semejante, aunque más preocupante resultaba la endeblez en el juego interior, que volvió a manifestarse en el tercer cuarto.
Los puntos en la pintura le sirvieron a Los Hombres de Negro para dominar con cierta calma, aunque Breogán no le perdió la cara al partido. Los cortes por la zona y algún buen balón dentro a Jogela y Juan Fernández le sirvieron para mantenerse a rebufo, a la espera de una oportunidad que llegó cuando apretó las clavijas en defensa. Un triple de Justin Anderson, un 2+1 de Sergi Quintela (7 puntos, 8 asistencias, 3 robos, 18 de valoración) y otro lanzamiento de tres en transición de Momirov colocaron por primera vez por delante al conjunto de Mrsic, que cambiaba por completo el choque con el 0-12 de parcial con el que arrancó el último cuarto (55-61, min 33). Aunque Bilbao Basket apostó por el físico y el juego interior para mantener el encuentro igualado, el acierto en el triple de Justin Anderson (15 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 3 robos, 17 de valoración) aparecía en el momento justo para mantener a raya a los locales. Dos bandejas a aro pasado como castigo a los despistes en la defensa de la línea de fondo y un par de tapones a Adam Smith y Renfroe sellaron definitivamente una victoria que frena las penurias de Breogán y acercan a Bilbao Basket a una zona complicada. Habrá tortas por evitar la segunda plaza de descenso, ya que parece muy complicado que Palencia escape de la quema.
Granada 109 – Palencia 85: Todas las miserias que acompañan a Palencia en su estreno en Liga ACB se volvieron a presentar en su visita a Granada. De nuevo la ternura defensiva como principal defecto, lo que dio la oportunidad a los locales de romper el sistema con ataques rápidos al compás que marcaba Lluis Costa, que está firmando la temporada de su vida. Dos triples de Cheatham (15 puntos, 6 rebotes, 17 de valoración) iniciaron un parcial de 10-0 que volvía poner muy cuesta arriba el partido al equipo palentino con demasiada rapidez (23-10, min 7). Aunque Brandon Brown redujera daños al final del primer cuarto, al conjunto de Pablo Pin le bastó con el acierto exterior para romper lentamente el encuentro. Ocho puntos consecutivos de Kramer forzaron un tiempo muerto de Palencia, incapaz de encontrar continuidad en su juego. Sólo había cierta claridad cuando estaba por medio Van der Vuurst para dividir la defensa rival, pero con apariciones individuales puntuales no daba ni para ver de lejos a Granada, muy acertado en el perímetro y que dominaba con solvencia en la zona ante la falta de contundencia de Palencia en el juego interior.
No le costó al equipo nazarí superar los veinte puntos de ventaja tras el descanso. El agujero en la pintura era colosal, cualquier pívot entraba como Pedro por su casa mientras toda la defensa visitante se quedaba mirando. Mientras, el tiro exterior seguía funcionando a un gran nivel. Cheatham y Thomasson (15 puntos, 9 asistencias, 4 rebotes, 21 de valoración) no erraban desde la línea de tres y sacaban partido de la inexistente defensa del conjunto de Marco Justo, al que de nada servía que tuviera más lucidez ofensiva que en la primera mitad. De nada servía que Benite encontrara el acierto en el lanzamiento exterior o Pasecniks (15 puntos, 8 rebotes, 3 tapones, 31 de valoración) estuviera más efectivo cerca del aro que en la primera mitad Imposible sacar la cabeza cuando se encajan 35 puntos en un solo cuarto y encajas un 64% en triples durante el partido. El último cuarto se convertía en un trámite para Granada (90-64, min 30). Su técnico pudo dosificar a Lluis Costa (20 puntos, 5 asistencias, 22 de valoración), genial un partido más, y darle minutos de rodaje al recién llegado Rousselle. Ni la relajación local en el último cuarto dio para maquillar. El festival granadino agotó la paciencia en los despachos de Palencia, que destituyó a Marco Justo tras otra dura derrota. Sin lugar a dudas, le queda grande un banquillo ACB. A Luis Guil, su sustituto, le queda la dificilísima misión de reflotar a un equipo sólo lleva un triunfo en trece jornadas y que huele a descenso.
Andorra 81 – Unicaja 87: Andorra arrancó el partido con mucha intensidad defensiva que le permitió imprimir un juego muy veloz. El 9-2 de salida fue el reflejo del buen trabajo local, de la efectividad de unos ataques fulgurantes que desbordaron a un rival que salió a verlas venir, algo extraño en un equipo tan vigoroso como Unicaja. Ocho puntos seguidos de Borg reforzaron el dominio del conjunto de Natxo Lezkano y, aunque Djedovic y Perry mantuvieron al equipo malagueño dentro del partido, dos triples más de Andorra estiraron la ventaja cuando el primer cuarto expiraba (24-15, min 9). La velocidad local no era el único problema para Unicaja, que tampoco encontraba la manera de frenar a Marin Maric (16 puntos, 7 rebotes, 20 de valoración), dominador en la zona y que anotaba cada vez que recibía el balón cerca del aro, pero consiguió subsistir pese a que venían mal dadas. Con Kalinoski como referente, salió airoso de la sucesión de triples errados por ambos equipos, que sólo lograban sumar con acciones individuales complicadas. El alero estadounidense continuó en su papel de principal anotador visitante tras el descanso y se encargó de frenar el buen arranque de Harding en el tercer cuarto, pero la clave de la mejoría de Unicaja estuvo en la mejoría defensiva que impidió al conjunto andorrano correr como hizo durante la primera mitad.
Un triple de Ejim completó la remontada de Unicaja (47-48, min 24), que se movió bien en el marcador ajustado que acompañó al partido durante muchos minutos. Aparecieron piezas clave, como Osetkowski (18 puntos, 3 rebotes, 17 de valoración), para mantener firmemente el intercambio de canastas, que a la larga le vino mejor al equipo de Ibon Navarro. Jean Montero (14 puntos, 4 rebotes, 20 de valoración) empezó a jugarse todo en el último cuarto, lo habitual en el estilo de juego del base dominicano cuando el marcador está apretado, pero su aportación fue tan imprescindible que su equipo se cayó cuando Lezkano le mandó al banquillo unos minutos para que tomara aire. Sin él en pista, Andorra se vio superado por la defensa visitante, que había alcanzado el nivel de dureza y eficacia que le acompaña como una de sus señas de identidad. Kalinoski (18 puntos, 5 rebotes, 23 de valoración) marcó las diferencias como principal protagonista de un parcial de 0-7 que resultó definitivo en el tramo final (72-80, min 37). Montero regresó a pista demasiado tarde, cuando Unicaja ya controlaba un choque sentenciado por Osetkowski desde el tiro libre. Novena victoria consecutiva que confirma al conjunto malagueño como uno de los principales candidatos al título.
Manresa 101 – Bàsquet Girona 87: Manresa encontró muchas facilidades para desplegar el juego veloz que le acompaña. Salvo algún despiste ocasional, cerró bien su propio aro y pudo correr con frecuencia ante los numerosos espacios que suele dejar Bàsquet Girona por costumbre. De forma machacona atacó el aro visitante, aprovechando la autopista que dejaba en su zona el cuadro de Salva Camps, que ni siquiera fue capaz de frenar la sangría con un tiempo muerto (21-7, min 6). El conjunto gerundense no reaccionó hasta iniciado el segundo cuarto cuando su tiro exterior empezó a funcionar. Los triples solucionaron los problemas ofensivos, pero el equipo de Girona sigue sin dejar atrás la lacra de los balones perdidos, su principal punto débil y al que no encuentra solución. Manresa agradecía cada regalo con una magnífica circulación de balón que le permitía anotar con comodidad y mantener la ventaja por encima de los diez puntos con solvencia por mucho que Yves Pons (22 puntos, 8 rebotes, 26 de valoración) ofreciera el poderío y los espectaculares mates que se han colado en tantas ocasiones entre las mejores jugadas de la semana.
Sin embargo, el partido se volvió loco en la segunda mitad con las acciones individuales de Iroegbu (18 puntos, 7 asistencias, 17 de valoración), un espectáculo cada vez que entra hacia canasta que cambió completamente la dinámica. Un triple de Markel Brown completó un parcial de 2-13 que puso por primera vez arriba a Bàsquet Girona (63-64, min 25), aunque poco le duraría la alegría. Los locales, que sólo sumaban desde fuera con los triples ocasionales de Badio (16 puntos, 3 asistencias), recuperaron la seriedad y volvieron a cerrar su zona a cal y canto. Devolvieron el parcial y regresó la velocidad en la circulación de balón que desbordó a la defensa rival durante los primeros veinte minutos. Los triples de Brandon Taylor (12 puntos, 6 asistencias, 16 de valoración) y Steinbergs (13 puntos, 6 rebotes, 17 de valoración) al inicio del último cuarto rompieron definitivamente el encuentro (86-69, min 31). El perímetro se convirtió en un martillo pilón para la moral de Bàsquet Girona durante los minutos finales, al que acompañó la efectividad de Devin Robinson (19 puntos, 10 rebotes, 29 de valoración) en el poste bajo, otro arma de garantías que ha metido de lleno a los de Pedro Martínez en la pelea por una plaza en la Copa y hacia la que ha dado un paso más tras su triunfo en este derbi.
Real Madrid 97 – Gran Canaria 71: Nada mejor que una salida en tromba para evitar que el cansancio de una doble jornada europea entre en juego. Sin especular ni tentaciones de jugar a medio gas, el Real Madrid se llevó por delante a Gran Canaria con una defensa que le empujó a abusar de un tiro exterior que nunca funcionó. Lakovic apenas tardó dos minutos en pedir tiempo muerto, pero ni así frenó la dinámica irresistible del campeón de Europa. Su equipo tardó más de cuatro minutos en sumar sus primeros dos puntos, cuando el marcador reflejaba un 14-0 que marcó decisivamente el rumbo del partido. Ni siquiera le sirvió a los visitantes que Landesberg animara el juego ofensivo, apenas consiguió intercambiar canastas con un Hezonja (19 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 23 de valoración) pletórico que anotó 15 puntos en el primer cuarto. Nueva racha arrolladora del jugador croata, que se ha ganado definitivamente al madridismo con su infinita clase. No hacían falta más de diez minutos para dejar cerrado el triunfo (34-14, min 11) por mucho que emergiera Happ durante el segundo cuarto. Ya volvió loco a Poirier la temporada pasada cuando visitó el Palacio de los Deportes con el Breogán y repitió un año después para hundir en la impotencia al pívot francés. Emuló a Hezonja con 15 puntos sin fallo en el segundo periodo, pero le faltó acompañamiento más allá de dos triples de Bassas (8 puntos, 10 asistencias, 17 de valoración) y resultó imposible que Gran Canaria redujera la desventaja.
Pese a fallar varios triples liberados desde las esquinas y alguna pérdida absurda, el Madrid no se vio inquietado en ningún momento. Su dominio se acrecentó en el tercer cuarto. El retorno de Tavares frenó en seco a Happ, incapaz de sumar con el de gigante de Cabo Verde en pista. El desastre en el perímetro continuaba y agudizaba una sequía que acabó con las ínfimas esperanzas del conjunto amarillo de regresar al encuentro. Dos puntos en siete minutos, un balance raquítico que le llevó a encajar un 13-2 de salida demoledor (67-39, min 26). Sólo encontró respiro cuando Campazzo y Tavares se marcharon al banquillo con el trabajo ya hecho. Gran Canaria consiguió rebajar la desventaja de los veinte puntos forzando personales, pero un triple de Abalde al final del tercer periodo y otro de Sergio Rodríguez al comienzo del cuarto acabaron con cualquier atisbo de maquillaje. Siempre le quedaba Happ (26 puntos, 6 rebotes, 25 de valoración), que volvió a emerger con la defensa de Poirier. Todos los puntos los consiguió con el galo, para que se lo haga mirar el rocoso pívot madridista. Poco más que añadir a otra nueva labor de triturado que convirtió al rival en un guiñapo. Sólo quedan escombros al paso del Real Madrid en estos primeros meses de competición.
Joventut 78 – Obradoiro 69: Si en algo han afectado las lesiones y los cambios en la plantilla a Joventut ha sido en el juego interior, donde mayores carencias acumula en unos primeros meses donde tuvo que hacer maravillas con una plantilla corta y llena de jóvenes. Pustovyi (13 puntos, 9 rebotes, 19 de valoración) y Blazevic hicieron mucho daño durante el primer cuarto a unos pívots demasiado blandos y se convirtieron en el principal recurso con el que Obradoiro dominó buena parte de los primeros minutos (9-16, min 6) hasta que los cambios supusieron una mayor intensidad defensiva. Con la zona mejor cerrada, la Penya pudo correr y dar la vuelta al marcador con un parcial de 11-2 en el que tuvo mucho protagonismo Busquets, revulsivo verdinegro en la parte final del primer periodo. El equipo compostelano recuperó las buenas sensaciones en el segundo cuarto de la mano de Badzim, muy acertado tanto para buscar el lanzamiento como para buscar dentro a los hombres altos. Volvió a cerrar bien el rebote y a salir en velocidad, encontrando a un Tinkle muy acertado durante el segundo acto que colaboró en buena medida a que la diferencia superara los márgenes del primer cuarto. Mala pinta para Joventut, que no conseguía anotar en la pintura y empezaba a desesperarse. Una técnica a Feliz, que tuvo el día cruzado, supuso la máxima renta favorable a Obradoiro (30-41, min 19), aunque una antideportiva sobre Andrews en el último segundo le valió a los de Carles Durán para reducir daños al descanso.
El alley-oop anotado por Brodziansky sobre la bocina cambió la dinámica, que sería muy diferente en la segunda mitad. La Penya imprimió mucha más agresividad desde el comienzo y los robos de balón locales llevaron el partido a la locura, a unas transiciones que finalizaba Pep Busquets (18 puntos, 7 rebotes, 22 de valoración) de forma impecable. Le ha costado romper, pero parece que el canterano verdinegro afronta su consagración definitiva esta temporada. De nuevo fundamental en la reacción local (55-53, min 29), como lo sería Vives en la consolidación del dominio de Joventut, muy eficaz en la dirección y que añadió acierto muy oportuno durante el último cuarto. Moncho Fernández probó con dos ‘5’ en pista, buscando su teórica superioridad en el juego interior, pero la fórmula no le funcionó y Andrews (23 puntos, 3 asistencias, 20 de valoración) sacó la muñeca a pasear para encarrilar el choque desde el perímetro (70-61, min 37). Un triple de Busquets en el último minuto puso la rúbrica a una gran actuación personal y a un triunfo que mantiene las opciones de Joventut en la dura pelea por estar en Málaga en febrero.
Baskonia 104 – CB Canarias 100: Dos ilustres en serios aprietos para meterse en la Copa y a los que no les sobra margen para mantener sus opciones de pelear por el primer título importante en el Martín Carpena. Baskonia empezó con fuerza y dominando con un 6-0 de salida, pero este buen comienzo se fue diluyendo con el descenso en su acierto y los cinco balones perdidos durante el primer cuarto. CB Canarias reaccionó con la entrada a pista de Jaime Fernández, que dio mayor dinamismo al juego ofensivo lagunero, y un buen porcentaje en el tiro de tres que sirvieron para tomar el mando el marcador gracias a un parcial de 0-11 (12-19, min 7). Como suele ser habitual, Baskonia se entregó a Markus Howard (22 puntos) para salir del atolladero y éste no falló cuando se trata de dinamitar un partido a base de triples. Se encargó de reducir daños al final del primer periodo, pero la traca llegó a mitad del siguiente cuarto cuando anotó cuatro triples consecutivos, uno de ellos con personal incluida, que pusieron en pie al Buesa Arena. Nadie es capaz de poner en combustión esta cancha como Howard, cuya conexión con la afición vitoriana es indestructible. De nada servía que Jaime Fernández o Huertas encontraran con éxito a Shermadini (13 puntos, 6 rebotes, 15 de valoración) cerca del aro, la fijación de la defensa visitante por evitar que Howard continuara haciendo un destrozo consiguió que Moneke (22 puntos, 5 rebotes, 24 de valoración) quedara liberado y tuviera espacio de sobra para anotar con mucha comodidad. Entre ambos se bastaron para dejar el choque casi roto al filo del descanso (56-41, min 19) tras varios minutos en los que Baskonia no desperdició un ataque.
Este ritmo anotador no lo podía soportar CB Canarias, que continuó sufriendo el acierto exterior local durante buena parte del tercer cuarto. Ahora fue Marinkovic (25 puntos, 4 rebotes, 23 de valoración) quien amargaba la existencia al conjunto aurinegro y aproximaba a los hombres de Ivanovic a los veinte puntos de ventaja, pero los visitantes aún disponían de un arma que Baskonia no conseguía desactivar. Dejaron todo en manos de Jaime Fernández (27 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes, 34 de valoración), ese verso suelto que siempre sacaba algo cuando cortaba la zona. Se convirtió nuevamente en un revulsivo cuando la defensa lagunera se asentó por unos momentos, dinamizando unos ataques resueltos en apenas unos segundos. Huertas puso la guinda al tercer cuarto con un triple desde casi el centro del campo que dejaba de manifiesto que el aire había cambiado de dirección en el partido. A Baskonia le esperaba un sufrimiento inimaginable minutos antes, más si cabe cuando un triple de Fitipaldo completaba la remontada (78-80, min 32), pero logró encontrar a tiempo la manera de romper la zona mixta de CB Canarias que tantos problemas le estaba causando. Aunque el marcador se mantendría apretado y Marcelinho Huertas cortó cualquier intento de escapada, los triples de Marinkovic y Moneke colocaron a Baskonia en una posición de privilegio que ya no cedería. Un balón perdido por Jaime Fernández, uno de sus escasos errores, se convirtió en un contraataque finalizado por Miller-McIntyre que puso la sentencia a minuto y medio del final (100-92, min 38). Pese al susto, Baskonia mantiene la buena racha desde el retorno de Dusko Ivanovic y que le ha devuelto a un sitio entre los ocho primeros. Pese a dar la cara, no lo va a tener sencillo CB Canarias para asomarse a esa zona de la clasificación. Le queda poco terreno para reaccionar.
UCAM Murcia 77 – Valencia Basket 85 (tras prórroga): Los primeros minutos de encuentro fueron un completo espejismo respecto a lo que depararía la primera mitad. Las ventajas iniciales quedaron como anécdota cuando UCAM Murcia se bloqueó ante la defensa visitante y no fue capaz de anotar en seis minutos y medio, todo lo que restaba del primer cuarto. A este naufragio en ataque se sumó una dejadez defensiva que permitió que alguno de los pívots de Valencia Basket se encontrara completamente solo cerca del aro, sin nadie que molestara a menos de tres metros. Un absoluto desastre que se tradujo en un parcial pa cagarse de 0-20 que dejó el choque bien encarrilado (7-25, min 11) para los taronja, que lucían la camiseta de la etapa de Pamesa como guiño a esa época histórica del club. Aunque los locales recuperaron algo de acierto al inicio del segundo cuarto, les seguía costando una barbaridad anotar. Un par de aciertos de Josep Puerto colocaron la ventaja por encima de los veinte puntos (12-36, min 13) y flotaba la sensación de que iba a sobrar más de medio partido en Murcia. No sólo por la diferencia, sino porque Sito Alonso no podría contar ya con Birgander, lesionado en los primeros minutos y cuya ausencia influyó en buena medida en la pájara anotadora del equipo murciano. Sin embargo, éste consiguió salir de la fosa en la que se encontraba con un parcial de 10-0 que animó un tanto a la afición local, hasta el punto de entonar el famoso «¡Sí se puede!», aunque la renta favorable a Valencia Basket aún era sustanciosa al descanso (26-41, min 20). Al menos, le sirvió a UCAM Murcia para encarar de otra manera la segunda mitad, más agresivo en defensa y sin miedo a lanzarse contra el aro visitante.
El 10-0 de salida rebajó la desventaja de los diez puntos y metió de lleno en el encuentro a la afición de Murcia, deseosa de una gesta mientras se desataba el caos en la pista. Ahora era Valencia Basket quien sufría la racha de Ennis (25 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias, 4 robos, 20 de valoración), desaparecido en los primeros veinte minutos y en plena fiebre anotadora en el tercer cuarto. Sin lugar a dudas, el causante de que el choque diera un vuelco por completo antes de finalizar el periodo (46-47, min 27), pero Valencia Basket frenó a tiempo la remontada recurriendo a su talento individual. Las acciones personales de Chris Jones y el gran trabajo de Inglis (16 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias, 28 de valoración) en ambos tableros devolvieron la ventaja por encima de los diez puntos y parecía que la rebelión local había quedado totalmente sofocada antes de que el partido entrara en su tramo final (54-66, min 36), pero aún nos guardaba un cambio de guion inesperado con Ennis de nuevo como protagonista. Dos triples de su cosecha y otros dos de Sant-Roos supusieron un 12-0 que igualó el marcador a 70 en apenas minuto y medio. Ver para creer. Una verdadera locura que llevaba el partido a la prórroga, a la que llegarían los visitantes tocados después de que se esfumara una ventaja que se antojaba definitiva, pero a UCAM Murcia se le acabó el acierto y la gasolina en el tiempo extra. Primero Claver y, posteriormente, la fiabilidad de Brandon Davies (20 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias, 24 de valoración) en el tiro libre construyeron una renta que ya no se le escaparía a Valencia Basket. Un tapón del pívot sobre Ennis cerró la victoria del equipo valenciano, no exenta de sufrimiento imprevisto, que pone fin a su mala racha liguera y acaba con la imbatibilidad en casa de UCAM Murcia.
Basket Zaragoza 101 – Barça 99: La marcha de Okafor y Cinciarini y las lesiones de Yusta y Sulejmanovic habían dejado muy mermado el plantel de Basket Zaragoza, que apenas disponía de ocho jugadores del primer equipo. Porfi Fisac puso de inicio al joven pívot Youssouf Traore, de apenas 16 años, que dejó algunos buenas detalles pese a algunos errores propios de su bisoñez. Se le vio bastante en un arranque de partido dominado por el Barça, pero a los azulgranas les pesó con el paso de los minutos la falta de acierto en el perímetro durante el primer cuarto, poco habitual en el equipo más efectivo en la línea de tres y que sufre siempre que no tiene el día en el triple. Además, no encontró la forma de cerrar su zona y Watt y Bell-Haynes aprovecharon la ocasión para sumar con facilidad cada vez que atacaron el aro. Unas concesiones que se repiten siempre que Willy Hernangómez está en cancha. El dominio en la pintura se afianzó en el segundo cuarto, aunque fue la inspiración de un McFadden en modo microondas la clave para endosar un 11-2 de salida que generó seria preocupación en el banquillo azulgrana (32-20, min 12). No se frenó la sangría hasta que llegó la seriedad a la defensa del Barça. A partir de ahí recuperó la seguridad suficiente para que Laprovittola se activase y se materializara la reacción con tres triples de Jabari Parker (23 puntos, 4 rebotes, 20 de valoración), más efectivo que de costumbre en el tiro exterior.
Aunque Watt (22 puntos, 3 rebotes, 21 de valoración) seguía sumando con comodidad dentro de la zona y resultó fundamental para que los locales llegaran con ventaja al descanso, el conjunto de Grimau había recuperado el control y tomaría ventaja muchos minutos después con un 0-5 de inicio en el tercer cuarto. El acierto del Barça en ese periodo fue espectacular, sólo desperdició dos posesiones en las que dispuso de tiro, pero no se esperaba ni por asomo que Basket Zaragoza fuera capaz de superarle en un intercambio de canastas. Aunque Vesely anotaba fácil cerca del aro y Laprovittola (21 puntos, 9 asistencias, 25 de valoración) estuviera infalible en la línea de tres, los locales superaban la apuesta ofensiva en pleno recital anotador de McFadden (16 puntos, 2 asistencias, 2 robos, 20 de valoración), que convirtió tres triples que pusieron patas arriba el Príncipe Felipe. Gielo se sumó a la fiesta con otros dos más, aunque lo cierto era que nadie fallaba. En las filas blaugranas debían estar perplejos, no entraba en sus cálculos que un equipo que bordea el descenso le supere en un duelo ofensivo y convirtiera un estratosférico 71% en el triple al final del tercer cuarto (81-75, min 30). Un porcentaje sobrenatural que prácticamente asegura un triunfo, aunque el acierto en el perímetro menguó sensiblemente en el último periodo.
Tres pérdidas de balón se convirtieron en un 0-6 de salida que igualó de nuevo el marcador. Brizuela (14 puntos, 3 rebotes, 18 de valoración) campaba a sus anchas y se ocupó de poner por delante al Barça, aunque de forma muy breve. Fisac ordenó una zona que dificultó el ataque culé y devolvió la solidez al equipo maño, que volvía a sumar cuando se decidía a lanzarse contra el aro visitante. Abocado a un final apretado, a un minuto final de infarto que iniciaba dos puntos abajo, a los azulgranas se les complicó el choque cuando Vesely desperdició dos lanzamientos consecutivos cerca del aro, pero el salvavidas apareció en la figura de Parker. Una canasta tras rebote ofensivo y un triple más, el quinto en su cuenta, situaban el empate a 99 en el marcador a falta de 6.9 segundos. Aroma a prórroga en Zaragoza, pero quedaba tiempo de sobra para una última genialidad. Ni se lo pensó Bell-Haynes (19 puntos, 13 asistencias, 31 de valoración) en lanzarse otra vez más sobre el aro del Barça, una nueva entrada a canasta que no supo frenar el actual campeón de Liga. El base canadiense se convirtió en el héroe de un triunfo muy valioso, el segundo consecutivo ante el equipo azulgrana en la capital maña. Un final amargo a una semana de vaivenes y que aleja definitivamente a los hombres de Grimau de la cabeza.
El Real Madrid (12-1) se mantiene como sólido líder, con dos triunfos de ventaja sobre Unicaja (10-3) y tres sobre Valencia Basket y Barça, ambos con 9-4. Gran Canaria (7-6) cierre el corte de la Copa, aunque igualado con Bàsquet Girona y Joventut, que están fuera de los ocho primeros. Ocupan la zona de descenso Breogán (4-9), empatado con Granada y Andorra, y un Palencia (1-12) hundido.
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