TOUR 2008: EL RECORRIDO

En primer lugar, un link al mapa de la carrera «a vista de pájaro» y al recorrido etapa por etapa, tal como ha sido establecido por la organización en cuanto a kilometraje, calificación de los puertos, calificación de las etapas, etc.: http://www.letour.fr/2008/TDF/COURSE/es/le_parcours.html

Lo primero que me sorprende es la disminución de kilómetros y de etapas contrarreloj: han desaparecido dos tradiciones como el prólogo y la crono por equipos, y sólo tenemos 2 etapas contrarreloj individual: el Martes 8 de Julio Cholet-Cholet (29 km.) y el Sábado 26, penúltimo día, Cérilly-Saint Amand-Montrond, de 53 km.

Solamente 82 km en total, repartidos entre una crono muy corta para los baremos habituales del Tour y una más tradicional situada el penúltimo día, cuando las fuerzas se igualan. Conclusión: NO ES UN TOUR FAVORABLE A LOS CONTRARRELOJISTAS, que no tienen apenas recorrido para sacar diferencias. Las grandes diferencias, caso de haberlas, se sacarán en la montaña o en las emboscadas.

De la primera, hay bastante en este Tour, repartida ahora así muy tradicionalmente en 2 etapas de alta montaña en los Pirineos, primero (13 y 14 de Julio), pero sólo la segunda con llegada en alto a Hautacam; y tres etapas en los Alpes que se pasarán en segundo lugar, los días 20, 22 y 23, con las llegadas al mítico Alpe d´Huez el 23 y la estación italiana de Prato Nevoso el día 20. La etapa más dura de la carrera parece a priori la del Alpe, con la Croix de Fer y el Galibier por delante. Los Pirineos me parecen un poco descafeinados, aunque ya habrá tiempo de verlo, y los Alpes, una incógnita más allá de la etapa reina, con mucho puerto desconocido o poco visitado por el Tour.

En cuanto a las emboscadas: oportunidades las hay para todos los gustos, y como siempre es cuestión de decidirse a aprovecharlas. La primera semana tiene etapas que pueden ser ideales para los abanicos, pues discurren en paralelo a la costa; a partir de la primera crono la carrera ya girará claramente hacia el interior para visitar en dos etapas (6ª y 7ª) el Macizo Central, con su calor fondant, su subebaja continuo y sus carreteras que agarran… difícil controlar en ese terreno. A lo anterior hay que añadir las etapas de media montaña que se intercalan entre Pirineos y Alpes y entre los Alpes y el final, pero esas suelen ser más propicias para los «cazaetapas». Y, por supuesto, están las bajadas, si alguien se atreve a probar suerte, y los kms. de llano hasta la meta en las etapas que siendo de alta montaña no acaban en alto, lo que siempre genera nerviosismo.

Veremos que pasa, pero si me tengo que mojar, diría que es un recorrido para corredores diesel, de los que nunca pierden demasiado tiempo ni en cronos ni en subida con los especialistas correspondientes, y que los gregarios van a tener un papel decisivo.